En Farmasanic, sabemos que cuando llega el otoño, llega el periodo de caída estacional del cabello, algo que nos preocupa a todos (especialmente a las mujeres), aunque sea algo pasajero puede afectar a nuestra salud y a nuestra estética.
Para conseguir un pelo sano y fuerte lo más importante es tener una buena alimentación ya que la falta de algunas vitaminas y nutrientes contribuyen a la caída del cabello.
El crecimiento del pelo no es continuo, tiene 3 etapas:
1. Fase del crecimiento: durante esta fase la actividad de las células germinativas (las que producen el crecimiento del pelo) es máxima. Esta fase dura aproximadamente 3 años y es la que produce el 84% de nuestro cabello. Esta fase es la anágena.
2. Fase del equilibrio: las células germinativas cesan su actividad pero los cabellos siguen unidos al cuero cabelludo. Esta fase dura 3 semanas aproximadamente y en ella esta el 1% de nuestro cabello. Esta fase es la catágena.
3. Fase de la caída: cuando las células empiezan a retraerse y a alejarse de su lugar de origen, cualquier cosa que hagamos como peinarnos o secarnos con la toalla después del baño hará que nuestro cabello se caiga. Esta fase dura aproximadamente 3 meses y en ella está el 15% de nuestro cabello. Cuando pasen estos 3 meses en el bulbo capilar comenzará a regenerarse otro cabello (volviendo a la fase anágena). Esta fase es la telógena.
En las mujeres, en la mayoría de los casos, la caída del pelo es reversible y depende de distintos factores como los desequilibrios hormonales relacionados con el embarazo, nutricionales, una alimentación desequilibrada o de origen psíquico (como la depresión o el estrés).
El estrés puede agravar la caída del cabello tanto en hombres como en mujeres. Produce un desequilibrio del sistema nervioso, más concretamente del simpático que es el que controla la presión sanguínea y, por lo tanto la contracción de los vasos sanguíneos. La ausencia de nutrientes hace que los ciclos del pelo se aceleren provocando que se caiga antes de tiempo. Por eso, después de sufrir estrés durante un tiempo, puede observarse a los pocos meses la aparición de alopecia. Pero no debemos alarmarnos ya que la caída del cabello por estrés siempre es reversible.
Para combatir su caída debemos tener un buen aporte nutritivo incorporando vitaminas del grupo B, oligoelementos y aminoácidos a nuestra dieta diaria.
También podemos hacernos masajes capilares que fomentan la circulación de la sangre, y por lo tanto al fortalecimiento del cabello en la fase del crecimiento.
Y por último debemos regularizar los ciclos capilares impidiendo la aceleración de los ciclos y así poder prolongar la vida de nuestro cabello utilizando productos específicos para ello.
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