La Reanimación Cardio-Pulmonar.

Hoy en Farmasanic vamos a hablar sobre un procedimiento de salvamento que se usa cuando los latidos cardíacos o la respiración de una persona cesan, por ahogamiento, descarga eléctrica o ataque cardíaco. Se trata de la RCP o el “Boca a Boca”,  algo que se compone de dos partes: la respiración boca a boca, que llena los pulmones de la persona de oxígeno; y las compresiones cardíacas, que mantienen la sangre circulando.

Todos deberíamos tener conocimiento de esta técnica que lleva salvando vidas desde hace años, se inventó en el año 1960, y desde entonces se utiliza. Podríamos necesitarla en cualquier momento, y sobretodo ahora que estamos en verano, con los niños en la piscina, con la gente en la playa, aunque haya socorristas, podríamos estar nosotros más cerca, y en estos casos “el tiempo es oro”.

Lo primero que debemos hacer es ver si la persona responde sacudiéndola, dándole suaves golpes y hablándole para ver si se mueve, nos mira, o hace algún ruido.

Llamaremos (nosotros o alguien que esté a nuestro alrededor) al número de emergencias 112 pidiendo ayuda.

Colocaremos a la persona con mucho cuidado boca arriba, debemos tener cuidado por si la persona tiene alguna lesión sobretodo en la columna o el cuello, entonces pediremos ayuda a otra persona para poder colocarle correctamente sin hacerle daño.

Comenzaremos con las compresiones cardíacas o pectorales poniendo nuestra mano en el esternón, justamente entre los pezones. Colocaremos la otra mano sobre nuestra mano y nos colocaremos justo encima de ellas para poder ejercer presión. Haremos 30 compresiones que deben ser RÁPIDAS Y FUERTES presionando para hundirlo y dejando que éste se levante por completo, contaremos las 30 compresiones rápidamente: 1, 2, 3, 4, 5, 6…

Abriremos la boca de la persona levantándole la barbilla mientras le inclinamos a su vez la cabeza hacia atrás empujando su frente con la otra mano.

Observaremos, escucharemos y nos fijaremos si hay respiración poniendo nuestro oído cerca de la boca y la nariz de esa persona, y buscaremos movimiento en su pecho que nos indique si hay respiración.

Si la persona sigue sin respirar o tiene dificultad para hacerlo cubriremos con nuestra boca la suya firmemente, le cerraremos la nariz apretando con los dedos, mantendremos la barbilla levantada y la cabeza inclinada y daremos 2 insuflaciones (soplaremos con fuerza) de nuestra boca a la suya tardando un segundo más o menos en hacerlo, consiguiendo que el pecho se levante al entrar el aire.
Continuaremos la RCP (recordad: 30 compresiones cardíacas, dos insuflaciones y repetir) hasta que la persona finalmente se recupere o llegue la ayuda que pedimos.

Si la persona comienza a respirar, con calma, la incorporaremos sentándola y dándole espacio mientras comprobamos que respira correctamente hasta que llegue la ayuda.