viernes, 27 de abril de 2018
6 ejercicios de relajación
En Farmasanic sabemos que el día a día, una situación, cualquier cosa puede causarnos estrés, y para superarlo es importante saber relajarse, para sentirse mejor con uno mismo y poder lidiar con cualquier problema que nos provoque nerviosismo.
Las técnicas de relajación natural como la visualización, la respiración profunda, la meditación, la relajación muscular progresiva y el yoga, pueden resultar ser un potente antídoto contra el estrés.
Existen ejercicios de relajación muy fáciles que cualquiera puede poner en práctica cuando más lo necesite, y pueden usarse individualmente o fusionando unos con otros.
La respiración profunda.
Esta técnica es simple, pero potente a su vez. Es fácil de aprender, ayuda rápidamente a mantener el estrés bajo control y puede practicarse en cualquier lugar. Además, esta técnica son los cimientos de otras muchas prácticas de relajación y puede combinarse con elementos relajantes como la música o la aromaterapia.
La clave de esta técnica es respirar profundamente desde el abdomen obteniendo todo el aire posible para nuestros pulmones.
Al respirar profundamente desde el abdomen, en lugar de hacer respiraciones cortas desde el pecho, inhalamos más oxígeno, por lo que, la próxima vez que te sientas estresado, tómate un minuto para ti y respirar profundamente.
Para ello, siéntate con la espalda recta, poniendo una mano en tu pecho y la otra en tu estómago. Inhala por la nariz de tal forma que la mano de tu estómago se levante y la mano del pecho se mueva, pero muy poco. Exhala por la boca, expulsando tanto aire como puedas mientras te centras en contraer tus músculos abdominales, fijándote como la mano puesta sobre tu estómago baja con él, mientras la del pecho apenas se mueve.
Continúa respirando de esta manera, tratando de inhalar el suficiente aire para que la parte baja de tu abdomen suba y baje junto a la respiración, y contando lentamente mientras sueltas el aire.
Relajación muscular progresiva.
Esta técnica también es muy eficaz y utilizada frecuentemente para aliviar el estrés. Este proceso cuenta con dos etapas en las que se tensan y relajan los músculos de diferentes zonas del cuerpo.
Si se practica con regularidad, la relajación muscular puede llevar a una relajación total de distintas zonas del cuerpo, haciéndola más eficaz todavía, ya que mientras tu cuerpo se relaja, tu mente también lo hace.
Se puede realizar simultáneamente con la respiración profunda.
Para llevar a cabo esta técnica primero debes ponerte cómodo quitándote los zapatos y aflojando la ropa y respira profundamente durante un par de minutos. Cuando notes que estás más relajado, centra tu atención en el pie derecho y ténsalo poco a poco, apretando tan fuerte como puedas, mantenlo así y cuenta hasta 10.
Relájalo, siente como la tensión va desapareciendo hasta dejar a tu pie sin fuerzas y mantente así un momento, respirando lenta y profundamente.
Cuando estés listo, haz lo mismo con tu pie izquierdo, y repite esta técnica con el resto de tu cuerpo (piernas, abdomen, espalda, cuello y cara).
Visualización.
Consiste en imaginar una escena que nos haga sentir en paz, libres de tensión y ansiedad.
Piensa en qué es lo más tranquilizador para ti, cierra los ojos y visualizalo tan vívidamente como te sea posible. Puedes verlo, oírlo, sentirlo...
Por ejemplo, si estas en una playa puedes ver la puesta de sol sobre el mar, notar su olor, escuchar el sonido de las olas, saborear la sal en los labios...
Meditación.
Si se consigue la atención plena, la meditación es una técnica particularmente eficaz para reducir la ansiedad, el estrés o la depresión.
La atención plena consiste en conseguir estar plenamente comprometidos con el momento, sin analizar o pensar, ser consciente de lo que esta pasando ahora mismo.
Para llevar a cabo esta técnica, debemos encontrar un ambiente tranquilo, sin ruido ni cosas que nos distraigan.
Encontrar una posición cómoda, evitando acostarse, ya que esto puede acabar durmiéndote. Lo mejor es sentarse con la columna recta.
Si te distraes con pensamientos que pasan por tu mente, en vez de combatirlos, aleja suavemente la atención de nuevo a otra cosa.
Yoga.
El yoga es una excelente técnica para aliviar el estrés. El yoga se trata de una serie de movimientos y pausas combinadas con la respiración profunda. Beneficia física y mentalmente a nuestro cuerpo proporcionándole un contrapeso natural al estrés y fortaleciendo la relajación en la vida diaria.
El yoga se basa en movimientos lentos, constantes y suaves estiramientos para aliviar el estrés.
Ya que en la práctica del yoga pueden darse lesiones si se práctica de forma incorrecta, lo mejor es aprenderlo asistiendo a clases en grupo o contratar un profesor particular.
viernes, 13 de abril de 2018
Las mejores grasas para el organismo
En Farmasanic sabemos que siempre muchos habréis escuchado eso de "si no quieres acumular grasa, no la comas", pero es un gran error.
Comer grasa no significa necesariamente acumular grasa, y tampoco deberíamos eliminarlas de nuestra dieta, ya que son un nutriente esencial para nuestro organismo.
Lo que debemos hacer es elegir aquellas que sean más saludables y beneficiosas para nosotros. Pero ¿cuáles son esas grasas?, ¿dónde podemos encontrarlas?...
Los lípidos o grasas son uno de los 3 nutrientes esenciales que necesita nuestro organismo para funcionar correctamente, junto a las proteínas y los carbohidratos, es decir, no podemos eliminarlas de nuestra alimentación ya que son necesarias para nuestro cuerpo.
Son muchas las funciones de la grasa en nuestro organismo, principalmente actúan como productoras de energía, es decir, nos aportan 9 kilocalorías por cada gramo de grasa que consumimos, más del doble de la que nos aportan las proteínas o los carbohidratos. Pero también realizan otras funciones, especialmente importantes en las mujeres, como regular las hormonas.
Además, son imprescindibles para que nuestro organismo absorba las vitaminas liposolubles (A, D, E y K).
Visto que el aporte de grasas a nuestro cuerpo diariamente es necesario, toca saber cuáles son las más saludables y dónde podemos encontrarlas.
Empecemos con la grasa que debemos evitar, las cuales básicamente son las grasas vegetales hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas; grasas que conocemos como "trans". Suelen encontrarse en productos como bollería industrial, margarina o comida precocinada.
Las grasas beneficiosas son las grasas insaturadas, y hay dos tipos:
-Grasas insaturadas poliinsaturadas: los ácidos grasos Omega3 y Omega6. Podemos encontrarlos en pescados azules como el salmón o el bonito y en frutos y semillas oleaginosos como la soja.
-Grasas insaturadas monoinsaturadas: grasas de origen vegetal que se encuentran en estado líquido, como por el ejemplo el aceite de oliva, pero no el de palma o coco, los cuales debemos evitar. También podemos encontrarlas en estado sólido en frutos secos o los aguacates.
La cantidad de grasa que cada persona debe tomar debe ser personal para cada uno, pero generalmente se recomienda que alrededor del 30% de las calorías de nuestra dieta provengan de las grasas, es decir: si el aporte calórico medio de una persona al día es de 1200 o 1500 kilocalorías, las grasas que consuma deben aportar entre 360 y 450 kilocalorías (entre 40 y 50 gamos de grasa).
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